
Después de los 40, y aún en la treintena, muchas mujeres comenzamos a experimentar ese momento de
‘Ya no me es relevante lo que opinen los demás’.
Es como si el peso de las expectativas externas se desvaneciera,
dejando espacio para que renaciera lo más auténtico de nosotras mismas.
El lujo ahora está en vivir el presente, en reconectar con lo que realmente nos importa
y dejar que nuestras vidas fluyan a la velocidad que queramos.
Ya no corremos, ahora damos pasos firmes hacia una vida más plena y auténtica